Los estudios actuales sobre el síndrome de fragilidad, lo plantean como un proceso de envejecimiento natural que sitúa a la persona en una situación de vulnerabilidad y en riesgo de desarrollar un grave deterioro funcional y la consiguiente dependencia. En definitiva, aumenta la vulnerabilidad ante enfermedades agudas, caídas, discapacidad, condicionantes sociales y asistenciales.<

Por ello, es fundamental su diagnóstico e intervención temprana, convirtiéndose, de este modo, en uno de los ejes principales dentro de la atención a las personas mayores.

Hurkoa ha desarrollado un profundo estudio sobre la fragilidad, identificado como uno de los grandes desafíos en el marco de las políticas de bienestar social.

El programa Hauskor es una iniciativa desarrollada por Hurkoa para atender a personas mayores en situación de fragilidad social, que viven solas en su domicilio, pero requieren un apoyo social para satisfacer algunas de sus necesidades. Este programa responde al reto de mejorar la calidad de vida estas personas que desean seguir viviendo en su barrio y en su propia casa.

En la actualidad, Hurkoa gestiona este programa en las localidades de Pasaia y Azkoitia, en colaboración con sus Ayuntamientos. El programa apuesta por un trabajo en coordinación con los Servicios Sociales municipales, con las trabajadoras sociales referentes de caso y otras entidades que interactúan con la persona en el proceso de intervención. Este trabajo en red es clave y proporciona coherencia en los itinerarios de atención y cuidado.

Objetivos

  • Atender a las personas mayores en situación de fragilidad social, ofreciendo apoyo social y cuidado de proximidad para satisfacer sus necesidades sociales, favoreciendo su desenvolvimiento autónomo y mejorando las condiciones y calidad de vida.
  • Fortalecer la red social y comunitaria de las personas mayores en situación de fragilidad, promoviendo su participación en la vida social y comunitaria, facilitando el vínculo de la persona con su entorno y apoyando el establecimiento de las relaciones.
  • Activar la red comunitaria para detectar las situaciones de fragilidad: realizar junto con otros agentes de la comunidad un trabajo de sensibilización y detección de personas en situación de fragilidad.
  • Impulsar una perspectiva preventiva en el apoyo a las personas mayores, atendiendo la situación previa a la dependencia para lograr que continúen desarrollando su vida en su entorno y lleven a cabo su proyecto vital.

Herramienta para la medir la fragilidad

Hurkoa ha desarrollado en colaboración con la Universidad de Deusto, Baturan, una herramienta para valorar el grado de fragilidad social de las personas mayores. Pretende ser de utilidad para la elaboración de los diagnósticos sociales de las y los profesionales del trabajo social y, en su caso, para la planificación de las intervenciones sociales en el ámbito de la fragilidad. El objetivo final es contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas.

Esta herramienta valora de forma individual la situación de fragilidad social de las personas mayores de 65 años que viven en domicilio y que no tienen limitaciones graves en términos de dependencia en la realización de las actividades básicas de la vida diaria. Las dimensiones que analiza responden a cuatro aspectos clave de la fragilidad: actividades instrumentales de la vida diaria, redes sociales y participación social, proyecto vital y contexto.

El uso de esta herramienta está indicado para profesionales del ámbito del trabajo social y se ofrece de manera gratuita tras cumplimentar el siguiente formulario.